Esta receta va dedicada a mi marido Raúl (llevamos casi 6 meses casados y todavía me cuesta lo de marido). Se la dedico porque le encantan las natillas y porque después de llevar 4 años viviendo juntos y tras comernos innumerables natillas de sobre que personalmente, a mi también me gustan, me decía una y otra vez que le hiciese natillas caseras de verdad. Al final me he decidido, y aquí os dejo el resultado:
La receta original, está sacada de www.recetaspasoapaso.com, no creáis que me la he inventado yo. Y en casa de mi madre, toda la vida, se han hecho las de sobre. Aquí están los ingredientes:
INGREDIENTES
- 6 yemas de huevo
- 1 litro de leche entera
- 200 g de azúcar
- Una rama de canela
- Un trozo de cáscara de limón
- 2 cucharadas de maizena
- Para decorar: canela en polvo o caramelo
- Galletas integrales
PREPARACIÓN:
En un bol, separamos las claras de las yemas. Se parte el huevo, y se va pasando la yema de un lado al otro de la cáscara, con mucho cuidado de que no se rompa. Podemos guardar las claras para otro postre, para hacer un merengue... o podemos tirarlas. Si cae un poco de clara, no os preocupéis.
Una vez separadas, echamos el azúcar y batimos.
Cuando esté bien batido, incorporamos la maicena y un chorrito de leche que habremos separado del litro.
El resto de la leche, la ponemos a hervir con la rama de canela y un trozo de peladura de limón. Tened cuidado al poner la peladura de limón que no haya mucho de lo blanco de dentro porque si no, amarga demasiado.
Mientras va hirviendo la leche a fuego medio (7 de 9), preparamos los boles en los que vamos a verter las natillas con galletas en el fondo. Yo he puesto integrales porque eran las que tenía en casa, pero con las maría de toda la vida están buenísimas.
Cuando empieza a hervir la leche, bajamos el fuego (4 de 9), y vertemos la mezcla de los huevos con la maizena y el azúcar, removiendo constantemente para que vaya espesando, durante 2 minutos más o menos hasta que vuelva a hervir. No tiene que quedar muy espeso, se espesa del todo cuando se enfría, no tengáis miedo de que sea demasiado líquido.
Cuando haya espesado, lo ponemos en los moldes y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente (no lo metáis directamente a la nevera, que os la cargáis) Y luego, cuando estén a temperatura ambiente, ya las podéis meter a la nevera. Normalmente, en unas 4 horas, ya os las podéis comer.
Yo a las mías las he echado caramelo, por variar un poco. Aunque Raúl las prefiere con canela. Ya lo sabéis, como digo siempre, a gusto del consumidor. On egin!
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