Y lo único que pude salvar fue algo de chatka, unas tiras de calamar, y una salsa de chipirones. La salsa de chipirones la hice con un arrocito, y con la chatka, las tiras de calamar y algunas cosas más, me dispuse a hacer este plato. No me enrollo más. Ahí voy con la receta:
INGREDIENTES (para 32 pimientos, a menos pimientos, menos cantidad)
- 2 botes de pimientos del piquillo enteros. No se utilizan los dos pero casi.
- 16 palitos de chatka pequeño
- 2 tiras de calamar o pota
- 1 cebolleta
- Medio litro de leche
- 5 setas grandecitas
- 2 cucharadas soperas de harina
- Aceite de oliva
- Nuez moscada
- Pimienta negra molida
- Sal
Para la salsa:
- 1 cebolleta
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- 3 pimientos
- 1 brick de nata de 500 ml
- Aceite de oliva
Empezamos cortando la cebolleta en cachitos y sofriendola en la sartén con un buen chorro de aceite de oliva, fuego alto pero no al máximo (7 de 9).
Luego echo las tiras de calamar en daditos y la chatka bien pequeñita cortada.
Echo un poquito de pimienta para darle sabor
Y cuando la cebolla se pone blandita, y los trozos de calamar están bien hechos, echamos las dos cucharadas soperas de harina, bien llenas (o 3 rasas) y otro chorrito más de aceite de oliva.
Mientras mezclamos la harina con el resto de los ingredientes, metemos la leche al microondas minuto y medio (como si fuesemos a preparar un vaso de leche calentito), para que no esté fría y cueste menos hacer la salsa. Cuando la harina se haya empapado del aceite y esté bien mezclada con los ingredientes, vamos echando la leche poco a poco.
Apartamos el relleno de los pimientos del fuego, y lo dejamos enfriar. Mientras, preparamos la salsa de los pimientos. Hay mucha gente que los prefiere rebozados o con una salsa de tomate, pero por cambiar, voy a hacer una salsa con un toque dulce que a mi personalmente me encanta. Como siempre os digo, luego ya es a gusto del consumidor.
Cortamos la cebolleta, y la freimos en la sartén, con un chorro de aceite de oliva.
Cuando está doradita, echamos el azúcar y removemos muy bien.
Apartamos de la sartén y echamos en un bol con la nata montada, y tres pimientos vacíos. Pasamos por la batidora y en un tris ya tenemos la salsa.
Antes de rellenar los pimientos hay que tener en cuenta que cuando vienen en el bote suelen venir con pepitas en el interior, y lo mejor es quitarlas con la mano para que luego cuando estemos masticando los suculentos pimientos, no nos molesten. Yo lo hago de uno en uno, quito las pepitas, y luego lo relleno. En una fuente de horno (en mi caso, como eran tantos pimientos, en varias), vamos rellenando los pimientos ayudados con una cuchara de postre. Es la operación más pringosa, pero se va cogiendo callo a fuerza de rellenar.
Una vez rellenos, y echada la salsa por encima, se pueden comer así o si preferimos que el pimiento esté más blandito, meter 15 minutos al horno a 180º .
Y este es el resultado a la tragedia de mi congelador. Ojalá todas las tragedias acabasen igual. Feliz lunes a todos. Os dejo con este plato de chuparse los dedos para que se os haga más leve la semana. On egin!
Qué ricos!!!! Guárdame unos pocos para cuando vaya en Navida plissss!!
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