Bienvenidos de nuevo al blog. Hoy ha empezado el otoño de verdad así que después de la pereza de publicar en verano, (no finjáis que os he tenido abandonados, que estabais conmigo tomando cañas y también os daba pereza cocinar...) vuelvo a publicar. hasta el verano que viene por lo menos.
La receta de hoy es una receta temática, y aunque sé que no la vais a hacer hasta el año que viene, porque Halloween ya ha pasado, la base de la receta es la misma para la empanada tradicional. La fuente de la receta es mi compañera de curro Rocío que nos introdujo en el mundo de las empanadas hace unos años, y desde entonces siempre que vamos a una reunión con amigos, la empanada siempre es bien aceptada. Y la idea del ataúd es de otro blog que se llama cocinaparatiquismiquis, y yo le he dado mi toque sangriento... Bueno, vamos al lío.
Ingredientes:
2 bases de empanada (si sois muy hábiles, las podéis hacer vosotros mismos)3 cebollas medianas
3 latas pequeñas de atún en aceite
1 lata pequeña de pimientos rojos, o 3 pimientos si tenéis latas grandes.
Aceite de oliva
1 huevo
Pimentón dulce y pimentón picante (una cucharada pequeña de cada uno)
NADA de sal.
A la empanada de hoy, como es temática, para que diese más miedo le he echado colorante alimenticio rojo (el color exacto es chistmas red), que es más intenso que el que venden normal para repostería.
Elaboración:
Echamos aceite de oliva en una sartén (cubrimos la base). Cortamos la cebolla en cuadraditos y la ponemos a pochar a fuego medio (al 7 de 9) para que no se os queme.
Cuando esté blandita, echamos el pimentón dulce y el picante y removemos hasta que se ponga toda la cebolla marroncita.
Una vez que esté marroncita, cortamos los pimientos en cuadraditos pequeños y los integramos con la cebolla.
Eso sí, dejamos unos trocitos para decorar.
Sacamos el bonito de las latas y lo vamos escurriendo y desmenuzando, para agregarlo a la cebolla.
Yo como era para una cena temática de Halloween y quería que diese más miedo todavía, le he echado colorante alimenticio rojo en pasta.
Con una puntita de pasta es suficiente.
Y removemos y removemos para que quede más sangriento...
Cortamos las bases de la empanada en forma de ataúd. Un truco para que queden parecidas, es poner una encima de otra, con el papel que vienen entre ámbas, y a la vez que cortamos la de arriba, marcamos la de abajo. Una vez que tengamos las dos iguales, a una de ellas (la que va a servir de capa de arriba) le cortamos un centímetro de todos los bordes para que al montarla, lo de abajo pueda doblarse hacia arriba. Si la masa en vez de ser en forma de ataúd es normal, también cortamos una de las bases y con un vaso de tubo le hacemos un círculo en medio para que respire en el horno y no se rompa. Los bordes los volvemos a meter a la nevera ya que nos van a servir para decorar, y si los dejamos fuera, luego no se pegan igual a la masa.
Ahora es el momento en el que ponemos a precalentar el horno a 200º con calor arriba y abajo (modo repostería)
En la base de abajo, ponemos el relleno hasta casi el borde, dejando un trocito por los bordes para doblar hacia arriba.
En la otra masa, hacemos una abertura (en caso de empanada normal, con un círculo, y en nuestro caso un poco siniestra, como si estuviera roto. En mi caso, hice ya los bordes para afuera, pero es mucho mejor poner primero la masa encima de la otra, que el papel que lleva pegado atrás nos facilita ponerlas bien encima, que si la despegamos...
Ponemos la base pequeña encima de la grande, y unos pimientos saliendo del agujero como gusanos. En caso de la empanada normal, también queda muy decorativo poner unos pimientos doblados en el agujero.
Doblamos los bordes hacia arriba presionando con los dedos.
Y con los trozos que nos han sobrado de recortar bordes, decoramos como queramos. Las empanadas normales suelen llevar líneas de arriba a abajo, y de izquierda a derecha, y dónde está el círculo vacío, alrededor también podemos poner un poquito.
Yo he separado la yema de la clara para que quede más intenso el color, pero podéis batir ámbas y el resultado es el mismo.
Otra vez he añadido colorante, esta vez menos, al huevo para darle un toque más siniestro a la masa.
Untar la empanada con el huevo (la masa). Yo lo he hecho con una brocha de silicona, pero también lo podéis untar con las manos bien limpitas que el efecto es el mismo.
Ponemos sobre una fuente de horno, y metemos a 180º durante media hora más o menos. En la empanada normal, es más fácil saber si la masa está o no hecha, porque el color es más tostadito, pero con el colorante, nos tenemos que fijar más en las zonas menos cubiertas.
Sacamos al horno y dejamos enfriar. La empanada suele estar mejor de un día para otro, porque reposa, pero si no podéis esperar, dejad que se temple un poco y... terroríficamente deliciosa.
Qué tétrica!!!!!!
ResponderEliminarSeguro que está deliciosa.
Gracias!!! Estuvo muy rica, aunque la gente no se atrevía a hincarle el diente, jeje
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