Este lunes no he podido publicar, ando algo vaga. Pero para compensar, hoy os pongo una receta deliciosa sacada de otro blog que se llama marialunarillos, que me recomendó mi amiga Eva y que tiene unas recetas de repostería deliciosas. Desde que probé la mantequilla de cacahuete por primera vez (tenía 17 años, no quiero ni calcular), siempre ha estado en mi lista de cosas favoritas, al lado de la nocilla, jejeje. Y cuando vi la receta en este blog, aproveché a darme un capricho con la mantequilla de cacahuete. Tanto que como sólo necesitaba 185 gramos para las galletas y como el bote era de 340 aproveché a untar varias rebanadas para acompañar el café con leche y... vamos que casi no me da para las galletas. Aquí os dejo la receta. Espero que os guste.
INGREDIENTES
- 185 g de mantequilla de cacahuete
- 170 g de mantequilla normal a temperatura ambiente (sin derretir en el microondas)
- 100 g de azúcar moreno
- 80 g de azúcar glas
- Un huevo
- 270 g de harina de repostería
- 1 cucharada pequeña de esencia de vainilla
- Media cucharada pequeña de bicarbonato
- Un cuarto de cucharada de sal
PREPARACIÓN:
Ponemos en un bol la mantequilla con el azúcar glas y el azúcar moreno y con mucho cuidado, y a velocidad muy baja lo removemos con la batidora. Si tenéis batidora de amasar perfecto, si no, pues como yo, con la normal sin ser con varillas. Y digo mucho cuidado porque el azúcar glas puede poneros perdida la cocina (no me preguntéis cómo lo sé.)
Poco a poco vamos deshaciendo la mantequilla (yo he utilizado de bloque en vez de terrina, pero si usáis de terrina seguramente se os deshará más fácil) Remover hasta que tengáis una masa más o menos como esta:
Luego echáis la mantequilla de cacahuete y la esencia de vainilla y le dais otro poco con la batidora (ya podéis ponerla más fuerte, ya que el azúcar glas no va a saltar.
Cuando esté todo batido, echamos el huevo y seguimos batiendo.
Tamizamos la harina junto con la sal y el bicarbonato con un colador grande o con un tamíz.
Cuando hayamos tamizado todo, poco a poco con una espátula, vamos mezclando.
Hasta que quede una masa más o menos como esta:
Cuando quede así la masa, la metemos en papel transparente como una media hora en la nevera.
Cuando queden 10 minutos, ponemos el horno a calentar a 180 º.
Estos son los nuevos moldes para galletas que me trajo Rocío, una compañera del cole, y he intentado estrenarlos, aunque al ser la masa diferente, se me han pegado un poco y he acabado haciendo los dibujitos con un tenedor.
Hacemos las bolitas y las ponemos sobre papel de horno encima de la bandeja de hornear.
Las separamos bastante, ya que al hornearlas crecen un poco, para que no se nos junten unas con otras.
Las metemos al horno durante más o menos 13-15 minutos a 180º (calor por arriba y por abajo) vamos mirando a ver cuando se empiecen a tostar por las esquinas, pero sin quedarse demasiado tostadas. En función de la primera hornada (porque hay para 3 o 4 dependiendo de lo grande que sea el horno), vais viendo si se os han quedado duras o poco hechas y lo dejáis más o menos.
Como os he dicho antes, los moldes para las galletas se me pegaban un poco así que decidí hacer las últimas hornadas siguiendo la decoración del blog de marialunarillos, que es con un tenedor. Con las fotos se ve mejor:

Y me quedaron así:
Sencillamente deliciosas. Increible el ambientador natural de mantequilla de cacahuete que había por toda la casa. Y lo mejor, el sabor. En cuanto pruebas una, simplemente no puedes parar. Irresistibles.
On egin!
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