Hola bloguer@s! He estado de vacaciones en las fiestas navideñas, y aunque he cocinado (que lo he hecho), no he tenido tiempo de publicarlo, pero no penséis que me he olvidado de vosotros, he hecho las fotitos para poder publicar en cuanto volviese todo a la vida normal.
La receta de hoy va dedicada a mi hermana Ione, y ella ya sabe por qué.
También quiero darle las gracias a Amaia, mi compañera de fatigas, que muy amablemente me pasó la receta que nunca falla, y efectivamente, no falló.
Era la primera vez que me atrevía a cocer pulpo, todo el mundo me decía que era muy fácil, y tengo que admitir que, aunque tuvimos algún contratiempo, salió estupendamente y nos lo pudimos comer entre Nochebuena y Navidad. Lo malo que tiene, es que tiene que estar varios días congelado (en vez de darle golpes), y claro, hay que comprarlo y limpiarlo con un poco de previsión. Pero después de probar el resultado (y de darme cuenta que es mucho más barato comprar el pulpo entero y cocerlo que las patas por separado), seguro seguro que volveré a hacerlo.
INGREDIENTES:
- Un pulpo de 2 kg mas o menos
- Aceite de oliva virgen
- 2 patatas grandes
- Pimentón dulce y picante (a gusto)
- Sal normal (para el agua) y maldon (para completar el aliño)
- Agua
PREPARACIÓN:
Limpiamos el pulpo debajo del grifo, pasando las manos con por todos los tentáculos, para quitar posibles suciedades. Generalmente, en la pescadería ya los tienen bastante limpios, pero siempre está bien darles una lavadita para quitar impurezas o restos de otros pescados.
Quitar la cabeza fué más fácil de lo que creía:
A tijeretazo limpio, quité toda la cabeza, y luego me quedé con esta parte (que parece como una cartera ), sin los ojos ni la boca, porque leí en algún foro (perdonadme pero ahora mismo no recuerdo en cual), que la cabeza también se puede aprovechar aunque es algo más dura, para hacerla con patatas o en aritos como la sepia, o incluso para hacer croquetas. Todavía la tengo reservada, ya os diré lo que hago con ella, jeje.
Luego viene otra parte importante para quitar que yo desconocía que existiese, quitar el pico que está en la otra parte del pulpo, si lo aprietas por debajo es como una bola dura y tiene esta pinta:
Yo lo quité simplemente metiendo la punta de la tijera y siguiendo la parte dura, haciendo como una especie de círculo, que una vez abierto, sale entero.
Cuando acabé, lo sequé muy bien con un trapo de cocina, para poder congelarlo. Una recomendación: cuando vayáis a secarlo, utilizad trapo de cocina de tela y no papel de cocina, porque se empieza a pegar y romper y es un engorro... (no me preguntéis cómo lo sé)
Y cuando estuvo limpito y seco, lo envolví en papel transparente, y lo metí en el congelador. Fué bastante costoso y gracioso, porque claro, se empezaba a salir una pata por aquí y la otra por allá, y bueno, la verdad es que pasé un rato muy divertido yo sóla en la cocina, pero tras mucho luchar, pude con él y lo envolví.
Dos días más tarde, sacar del congelador y dejar todo un día descongelar en la nevera. Nada de ponerlo al microondas, que se descongele con normalidad.
Poner agua a hervir (abundante), yo utilicé la cazuela más grande que tenía por casa. Una vez que empiece a hervir echad sal (un par de puñados, sin miedo), es muy importante que esté bien de sal, para que el pulpo esté en su punto.
Limpiamos las patatas bajo el grifo (sin pelar), y una vez que el agua rompa a hervir, las echamos a la cazuela.
Ahora viene lo divertido: Asustar al pulpo.
Pinchamos por la cabeza al pulpo (yo metí el tenedor por el agujero grande y lo enganché como pude), lo metemos en el agua, esperamos 5 segundos y lo sacamos. Esperamos a que vuelva a hervir, lo volvemos a meter 5 segundos, y lo volvemos a sacar. La tercera, lo mismo, y luego lo dejamos dentro.
Tapamos la cazuela y dejamos al pulpo dentro durante 35 minutos a fuego fuerte(a más peso, más tiempo, esta receta es para un pulpo de kilo y medio o dos kilos, que son los habituales que venden en las pescaderías). A partir de ese tiempo, pinchamos a ver si está hecho (si entra el tenedor bien es que sí). El color también es un indicador, tiene un color rojo oscuro, y la piel se descama un poco.
Apagamos el fuego, y dejamos reposar durante 5 minutos en el agua. Luego, sacamos el pulpo y lo dejamos escurrir en un escurridor, antes de ponerlo en el plato, que se temple un poco. Una vez escurrido, tiene esta pinta:
Sacamos las patatas, las pelamos y las cortamos en laminas para poner en el fondo del plato. Luego cortamos el pulpo, pata por pata en una tabla, todas las patas que nos vayamos a comer.
Añadimos pimentón dulce y picante a gusto de consumidor, para cada dos patas, una cucharada de café de cada, más o menos. Un chorrito de aceite de oliva virgen, y unas escamas de sal maldon, para completar.
Y a disfrutar. On egin!
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